Gaviola de Aznaitín

 

Gaviola de Aznaitín

Hechos: Un Juzgado de Andalucía ha condenado a una madre a ser alejada de su hijo menor por haberle dado un cachete por no querer estudiar. Se da la circunstancia de que la madre es sordomuda de nacimiento y el hijo un zangolotino galopín que clama porque no le alejen de su madre.

Última hora: 24/01/09: Estimando el Recurso del Ministerio Fiscal, el Tribunal de Apelación ha incrementado la pena, aduciendo que la Ley así lo exige. Y, al propio tiempo, propone un INDULTO al Consejo de Ministros, cuando hubiera sido tan fácil aplicar una EXIMENTE GENÉRICA.

¡Ay, señor, uánto gasto inútil, cuanto sufrimiento gratuito y qué falta de imaginación humana y puñetera...!

 

CARTA DE UNA ABOGADA

A UN MUCHACHO PROTEGIDO POR LA LEY

 

         Lo siento mucho, chico, pero la Ley es la Ley.

        Anoche me dejaste de piedra viendo lo desagradecido que eres. Cuando te oí decir en la “tele” que eso de que los Jueces metieran sus sentencias en vuestra casa, y te separaran de tu madre por tu bien para que no te arreara otro pescozón, era un meterse donde no les importa, porque la familia es la familia y el reparto de guantazos familiares forma parte de la liturgia casera, fue cuando me di cuenta de lo preciso que es que alguien más listo que la parentela de cada uno se ocupe de las cosas de la familia. Y es que me apercibí de lo “colga’o” que estás de tu madre, y lo conveniente que es que haya jueces como la tal Doña, para que, con su tutela, os rediman a la parentela de la dependencia que tenéis algunos hijos desnaturalizados de las galletas de esas maltratadoras que tenéis por madres.

        Si es lo que dicen los que más saben en esto de legislar: que alguien tiene que poner orden en la familia, porque es la base del Estado; y que si alguien de una familia se desmanda como se hacía antes, pues eso, que se “aleja” del resto, y que el resto se las apañe como pueda. (Por cierto que antes al lio ese de “alejar” se le llamaba “pena de destierro”; pero estarás conmigo en que había que cambiarle el nombre porque esos eran apelativos franquistas).

        O los que tienen que hacerlo se ocupan de nuestros parientes o aquí se arma un pifostio. Y, encima, como el caso de tu madre, que, prevaleciéndose de su condición de sordomuda, en lugar de hacerte entrar en razón con buenas palabras, va y te zurra la badana, para que quede claro que no te va a consentir que tú le arrees un zapatillazo. ¡Ay, Señor! Me pregunto cómo pudimos sobrevivir a tanto desafuero familiar los chiquillos de mis tiempos, y seguir vivos y ganándonos la vida como si tal cosa.

         ¿Legítima defensa? ¡Pero dónde se ha visto que una madre haya de defenderse de un hijo! A los que hay que defender es a los pobres hijos, sometidos a la tiranía del “o estudias o te arreo”.

         Mira: suerte que tenéis los que habéis nacido en democracia y no tenéis que veros desamparados frente a semejante energúmeno de madre, que se empeña, aunque sea a cachetazo limpio, en que te apliques a los estudios para no acabar con la capacha de pleita al hombro, recorriendo tajos, besanas y barbechos, convertido en un maldito jornalero de a pie de los que hay tantos en nuestra tierra, por haberse incomodado desde chicos con los catones y con las tablas de multiplicar.

         Claro que ahora, con  el “PER…” es otra cosa, y tu madre debiera de saberlo y no aguijonearte para que se te desgaste la vista encima de los libros y acabar siendo un presbicio cualquiera en busca de candidatura munícipe.

         Menos mal que el Fiscal, visto que la Sentencia que le han endilgado a tu madre no se ajusta a las cuentas que él ha echado al abrigo del Código Penal vigente, ha dicho que va a recurrirla para tratar de aumentarle a ella la pena, a ti el periodo de libertad materna condicional; y a toda la familia, como necesarios cooperadores de mitos que ya no se llevan, meterlos en ser responsables civiles subsidiarios del mal uso de sus propios ritos familiares.

         Si fuera política, generalizaría diciendo lo que ha dicho no sé qué Consejera Andaluza: que hay que estar al loro y defender a los hijos indefensos. -ya sabes que los Políticos no están para ocuparse de un caso con nombres y apellidos como eres tú; ellos están para ocuparse del bien común, aprovechando que el Guadalentín pasa por tierras de Pozoalcón, y que hay que desterrar a tu madre de la orilla del Guadalentín.

         Si fuera una Juez(za) en condiciones, -y no como ese traidor del Juez Grana’íno, el DonEmilioCalatayud de las narices, que salió anoche en la “tele” echando pestes de lo tuyo, y dejando en bragas a alguno de sus coleguiYas, (dicho con los mayores respetos y en términos de defensa, por si acaso), echaría balones fuera y diría que ellos no hacen más que dar “exacto cumplimiento a los mandatos legales”.

        Si fuera Fiscal, haría lo que ha hecho el Fiscal de Jaén: recurrir la Sentencia como debe ser; porque eso de escarmentar a un zangolotino como tú aprovechándose de la impunidad que da la intimidad del hogar familiar es poco menos que demostrar la malísima sangre que corre por las venas de semejante madre. Y es que, si uno, mismamente, es de buena calaña, debiera estar a lo que hay que estar. Y a lo que hay que estar es que, si quieres arrodearte y darle un sostrazo a un hijo zapatillero y tunante como tú, lo menos que hay que hacer es aguantarse el genio, “guardártela” para cuando sea preciso y, en cuantico pongas los pies en el escalón de la calle, pegarte un trancazo con el mango de la azada que termine por enseñarte quién tiene los pantalones de puertas para afuera, sin agravantes domiciliares. Claro que eso debe hacerse a la luz del día o te empitonan por nocturnidad corregidora.

           No voy a decirte qué haría si fuera psicólogo por no indisponerme con los SeñoríasIlustrísimas (de cuyas sentencias malvivo), porque no está una para andar haciendo machadas (¡uy!, tendré que hablar con la Ministra de Igualdad a ver si remediamos por vía epicena lo de “machadas” y lo convertimos en “machados”; ni puede una andar jugándosela con los que velan por nuestro bienestar a golpe de mazo justiciero.

         Como Abogada que soy, te lo advierto: que te sirva de lección lo que te ha pasado; ver si así, cuando seas grande, se te retiran las ganas de meterte en remediar por tu cuenta lo que pasa dentro de tu casa, cuando tantísima trabajera nos ha costado a los de antes retirarle el poderío a los parientes y remitírselo, vía conStitucional a la adMinistración de aJusticia que tan ejemplares sentencias está pariendo (por aquello de que el aborto no está legalizado del todo).

         Hazme caso; que sé muy bien lo que te digo. Que ahora, cuando tengáis que apañaros entre tu padre, tu otro hermanillo y tú con las tareas caseras, y aviaros la comida, y solear la ropa de cama, y plancharos los calzones, y encender la lumbre para calentaros la desazón de no saber debajo de qué chozo dormirá la condenada de vuestra madre-para-todo, con las escarchas pelu’as que están cayendo este invierno,, tendréis tiempo de comprender que la única ventaja que tenía el vivir con ella era no tenerle que oír cantinelas y monsergas por eso de ser que, a Dios gracias, nació sordomuda, y no puede gritarle al personal su reconcomio.

         Mientras tanto, “relájate y goza”, como decía algún manual de mis tiempos de juventud desprotegida y a la intemperie, -creo que era El Libro Rojo de Mao- a propósito de lo que había que hacer cuando te daban por detrás aprovechando la coyuntura de haberte agachado a recoger la última moneda de decoro tirada por los suelos.

 

Gaviola en CasaMora. En un 13 de Diciembre de 2008.

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