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¿Acto fallido o ignorancia verbal?

(O de cómo un tiempo verbal puede cambiar el universo -de Griñán-)

(GRAMATIQUERÍAS: Tiempos verbales en subjuntivo)
 

REFRÁN: Conócense infinitas clases de necios; la más deplorable es la de los parlanchines empeñados en demostrar que tienen talento.
Ramón y Cajal

 

 

ADVERTENCIA; Un tiempo verbal puede ser la perdición de un discurso.

   

3/2010

¿ACTO FALLIDO O IGNORANCIA VERBAL?

(Gramatiquería)

          Tilda la prensa de “acto fallido” lo que dijo ayer JOSÉ ANTONIO GRIÑÁN (Presidente de la Junta de Andalucía, del Partido Socialista por más señas) cuando, en sesión parlamentaria, y refiriéndose a JOSÉ LUÍS RODRÍGUEZ ZAPATERO (Presidente del Gobierno Español, del Partido Socialista por más señas), le espetó a JAVIER ARENAS (líder del Partido Popular en Andalucía por más señas):

 

Que Zapatero sea malo no les convierte a ustedes en buenos.

 (Por cierto: ¿he visto un leísmo ahí arriba o es una ilusión óptica?)

 

       Para poder ponerse en situación, justo es decir que el Presidente Zapatero, según las malas lenguas, no pasa por su mejor momento de credibilidad política ni siquiera entre sus propios acólitos. Y bien que lo aprovechó ayer el ínclito ARENAS con esa diligencia que tiene el muy resabiado para pillarlas al vuelo con su peor mala leche de político de colmillo retorcido.

Pero, -y volviendo al Sr. Presidente del Gobierno, también conocido por “Bambi”- que como estadista no parece que sea precisamente un pimpollo, aunque le guste a él hablar de pimpollerías y “brotes nuevos[1]”, e incluso él mismo sea un pimpollo sin polinizar, porque, en cuestiones de edad –cronológica; no mental, aclaro para los maledicentes- es apenas un capullo aún por abrir.

La frase de marras tiene su miga. Lo que afirma sin ambages el “compi pesoeista”, según la prensa, es que el Presidente del Gobierno Español “es malo” donde los haya, y que, aunque no quisiera haberlo dicho, al pobretico mío se le escapó lo que pensaba y no pudo evitar soltarlo porque le estaba bullendo dentro.

A eso es a lo que la gente corriente y de andar por casa lo llamamos “meter la pata”, y el personal instruido en los saberes del inconsciente le llaman lapsus liguae; o “acto fallido”, como se viene escribiendo por los periodistas que saben tantísimo, para evitar disiparse en latinajos en los que las generaciones modernas no han perdido su precioso tiempo gracias a los últimos y sonoros planes de estudios que han librado a nuestros estudiantes actuales del martirio de las lenguas muertas, por muertas y por ¿inservibles?

No debiera yo poner en duda a tan doctos comunicadores, pero una es cerril, rústica y de pueblo, y se me ha metido en la mollera, que de “acto fallido”, de traición del inconsciente, ¡Nada de nada! Que lo que de verdad hay en la verborrea del Presidente de la Junta de Andalucía es un desconocimiento proverbial de los tiempos verbales, de las oraciones complejas condicionales y, en definitiva, del latín más vulgar que pudiera estudiarse, para no caer en vulgaridades.

Porque, ¡vamos a ver! Supongamos que el locuaz GRIÑÁN, en lugar de haber empleado el verbo “ser” en presente de subjuntivo (que es un tiempo desiderativo/concesivo donde los haya), hubiera o hubiese de haber utilizado (¡toma ya alarde perifrástico pluscuamperfecto!) el pretérito imperfecto de subjuntivo, que, junto con el transpositor “aunque”, introduce oraciones condicionales…que no afirman nada y más bien ponen en duda lo evidente.

Veamos la diferencia.

Lo que dijo GRIÑÁN fue:

Que Zapatero sea malo no les convierte a ustedes en buenos.

 

         (¡Ay señor, que sigo viendo un leísmo!)

 

         ¿Ven? A tenor del tiempo verbal que utiliza, afirma que ES malo.

Lo que una servidora se barrunta que quería decir es:

          Que (aunque) Zapatero fuera malo (que no lo es -se sobreentiende en este tiempo verbal-) [eso] no les convierte a ustedes en buenos.

          ¿Ven otra vez? ¿A que la cosa cambia?

         Y, ¿a que visto así, y siendo mi GRIÑÁN del plan de estudios que se le supone -por lo verde que es como “brote”-, no pueden sino pensar ustedes conmigo que la cosa radica en la ignorancia del tiempo verbal utilizado y su efecto devastador?

Que soy una malpensada y una cazurra, lo sé; pero no puedo evitarlo. Es mi vergonzante (que no vergonzosa) venganza frente al mundo por haberme obligado las monjitas de mi internado a aprenderme lo del ablativo absoluto, la voz perifrástica y las cinco declinaciones, incluidos los adjetivos de tres terminaciones y otras lindezas por el estilo que ahora no me dejan vivir sin meterle mano a las GRAMATIQUERÍAS.

         En cuanto a los Griñanes y los suyos, ya saben: los del capuYo actual no son sino tiernos brotes verdes, nuevos capullos sin abrir, aunque, con el tiempo y dos o tres lapsus por el estilo, es posible que acaben en rosas bien abiertas con su espinita clavada en el corazón de la Enciclopedia Álvarez.

Así que no me hablen de “actos fallidos”.

         ¿Hace?

          Gaviola en Marineda. En un 28 de Mayo de 2010.

 


[1]BROTES NUEVOS”: Así se refirió EL Presidente Zapatero a lo que él entendía hace unas semanas como una incuestionable activación de la economía española, dentro de su afán voluntarista e irreal.

 

       

A Gramatiquerías