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(breve semblanza de un sitio en Internet)
Un sueño antiguo, un personaje extraño llamado
Eldígoras como único recuerdo de aquel sueño. Me desperté y busqué
en las enciclopedias que había en casa, pero Eldígoras no estaba
allí, tampoco estaba en las bibliotecas, sólo en mis sueños de ser
poeta. Por eso pensé que Eldígoras era yo, supe que Eldígoras era
yo.
Dos décadas más tarde me encontré con Internet y
pensé que era un medio fantástico para conectar la información, para
acceder a otras realidades, para compartir y para aprender. Estaba
estudiando Filología Hispánica en la Universidad de Barcelona y me
gustó la idea de recoger y ordenar recursos útiles relacionados con
la lengua y la literatura. Así nació una página que necesitaba un
nombre y creí que Eldígoras era el nombre ideal, porque ese nombre
no explica nada, sólo simboliza un interés por las letras y por el
arte, un deseo de crecer en el terreno siempre fértil de la cultura.
La página web fue creciendo, entonces era el año
2001, y ya han pasado cinco años, se ha convertido en un pequeño
mundo abierto, un lugar lleno de letras y de imágenes, un proyecto
dinámico y real. Por eso Eldígoras ya no soy yo, sino un espacio que
puede ser tuyo si quieres habitarlo y compartirlo.
Las secciones de enlaces son más grandes y están
divididas en un portal de lengua, uno de literatura y otro dedicado
a la enseñanza del español como lengua extranjera. Pero aquí no
acaba
eldigoras.com,
tan sólo empieza.
La pasión por la literatura y el arte exigían más y
así surgió la revista El Otro
Mensual (
EOM
), con la intención de que se convirtiera en un lugar
habitable por los escritores y los artistas noveles y, además, por
otros artistas y escritores consagrados que quisieran compartir el
mismo espacio con la generosidad de los grandes. Más de trescientos
autores han pasado ya por sus páginas y permanecen en ellas.
Seguramente vendrán muchos más, sería interminable dar tantos
nombres. Cada vez es más complejo montar la revista, por eso ya no
es mensual, pero conserva las ilusiones intactas y sigue sirviendo
de puente para el encuentro con la literatura y el arte. Cada número
se divide en cuatro espacios, los cuatro elementos: agua, aire,
tierra y fuego: «agua» simboliza la imagen; «aire», el
verso; «tierra», la prosa, y «fuego» es un espacio
donde todo tiene cabida. Las cuatro secciones se convierten en
cuatro espacios independientes que pueden ser visitados sin
necesidad de acudir al sumario de cada número, y cada ejemplar se
suma al anterior, un número no sustituye al otro sino que lo
acompaña.
A partir de la revista y con algunos de sus
colaboradores empezaron a crearse los
espacios de autor:
la poesía y la narrativa de Antonio Tello y de Carlos
Vitale, desde Barcelona; de Juan Diego Incardona, desde Buenos
Aires, de Winston Morales Chamorro, desde Neiva, en Colombia. Pronto
tendrá su sitio aquí el arte digital de Juan Barbagelata o la
fotografía de Fabio Borquez, aunque muchas de sus obras pueden verse
ya en la revista EOM .
También nació una sección de poesía francesa,
con las traducciones de Miguel Ángel Frontán y Carlos Cámara, desde
París.
Además, Carlos Vitale aceptó dirigir una nueva
sección dedicada a la poesía italiana,
Porta d'Italia,
con sus traducciones y las de Teresa Albasini. Casi una veintena de
poetas se reúnen aquí y, poco a poco, irán apareciendo más poetas y
más traductores.
Por otra parte, la necesidad de compartir información
hizo que se creara una sección de noticias, que se actualiza
constantemente, y otra dedicada a las convocatorias literarias,
puesto que muchos visitantes querían saber más sobre los distintos
concursos y premios que se celebran en los países de habla hispana.
Y todo es gratis, Eldígoras no tiene afán de lucro,
no impone registros ni exige intercambios, aunque es cierto que no
es fácil mantener ese conjunto de más de 4 500 páginas, tal vez un
día, como si de otro sueño se tratara, aparezca un mecenas que
permita hacer realidad las muchas ideas que esperan en el cajón de
los deseos. Se han citado lugares o nacionalidades, pero en
Eldígoras eso no importa, la cultura y el arte son de todos o
deberían serlo, sin fronteras.
En cinco años se han registrado casi dos millones de
visitas procedentes de casi todos los países del mundo y se han
servido más de cinco millones de páginas, la media de visitas diaria
no para de crecer y ese es el gran premio para lo que empezó sin más
ambición que la de poner un granito de arena cultural, con la
ilusión de un sueño. |
Eldigorás
nos merece la calificación de ***
Encontrar este tipo de páginas es para nosotros, los
aprendices de escritores, lo que debe ser encontrar un oasis
en el desierto. Se puede encontrar en ella todo lo que nos interesa:
-
Lengua
-
Literatura
-
Enseñanza del Español
...Nuestro agradecimiento a quienes hacen posible este lugar. |