Música de Fondo: GLORIANNA Himno a la Mujer. VANGELIS

El corazón del Chimborazo

Con motivo del discurso que le fue silenciado en el acto en que debían entregarle el premio de fotografía "Ortega y Gasset 2008.

Acceso a Power con fotografías de Gervasio, discurso incluido

 

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6/2009. HOGAÑO. Cosas de Enero

 

GERVASIO SÁNCHEZ

(Premio “Ortega y Gasset” de fotografía otorgado por El País” en 2008)

 

Compréndelo:

No era el mejor lugar nuestra Tribuna

llena de gente ilustre

el idóneo rincón donde decir

lo que querías decir, GervasioSánchez.

 

Resultó inexcusable

(pura razón de Estado)

silenciar tu discurso que damos por leído.

 

Porque a partir de ayer

en que quisiste

ponerle a tus imágenes un nombre

con el que avergonzarnos en voz alta

(“guerras inevitables” o “bombas de racimo”

con el letrero exacto de dónde se fabrican)

jamás serás premiado nuevamente

en este País nuestro

tan prudente …

 

No está bien, audaz GervasioSánchez

que uses las Tribunas

de los que te agasajan,

 como espejo.

 

Nos basta con que expongas

tus atroces imágenes estáticas

entrelineadas

en las “Bases” de un casual concurso.

Porque el papel

 si se queda en papel, es puro arte.

 

Pero…

No saques a la luz de la palabra

piernas artificiales

de engranajes metálicos.

Ni esas mirada ciegas,

arrancadas

de las cuencas vacías,

donde los ojos

son un triste recuerdo desclavado

de alguna cruz infiel.

Ni los sucios muñones

envueltos en trapajos.

Ni los niños dormidos

junto a una madre rota…

 

Eso, GervasioSanchez,

es desagradecer nuestra largueza.

 

Debieras meditar, NecioGervasio:

Tú no tienes derecho a desertar

de la gloria de verte enaltecido

por nuestra generosa concurrencia.

 

Tú eres puro arte, DonGervasio:

enfocas tu objetivo

hacia la inexistencia de unas manos

que sólo son recuerdo de caricias,

hacia cualquier camino

que el tiempo borrará con yerba tierna

porque no quedan pies que lo recorran.

Hacia un niño yacente

colgado de una teta inanimada…

 

Pero no nos reproches su esperanza

a pesar de nosotros.

 

Todo eso

queda muy lejos ya. ¿Qué razón hay

para ponerle nombres y apellidos…?

 

¡Pero, Gervasio, escucha!

Eso es puro papel; fotografía.

No nos quieras decir desde tus ojos

(que aún –alégrate- siguen ilesos)

lo que ninguno de nosotros necesita

saber:

Que lo que vio tu cámara indiscreta

es una realidad de carne y hueso,

es una delatora exactitud,

es un dolor de cráteres humanos

dispuestos a seguir su acusadora,

su terca, su tenaz supervivencia.

Y hasta siguen jodiendo

-permíteme el epíteto adecuado-

con la escasa miseria que aún guarecen

arrebujada en sus taladas ingles.

 

(¿A qué tantas criaturas

incapaces de cultivar la tierra

que hay que alimentar desde la FAO

con cargo al presupuesto –me pregunto-?)

 

Piénsalo bien, no insistas.

Porque entonces, Gervasio,

este País tendrá que desterrarte

de la lista divina de los premios

a la mejor fotografía.

Al fin y al cabo es eso,

DonGervasio:

(O así debiera serlo)

Un poco de papel en el que un ácido

vertido justamente

fue dibujando imágenes sombrías

que se empeñan

en sacar a la luz los trapos sucios

de ese seguir viviendo en la esperanza.

 

Gaviola en Marineda. En un 14 de Enero de 2009.

 


 

 

 
 

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