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Concierto
en tres tiempos Con
inmenso cariño, (Oración
de la Mañana)
I
I - Allegro (Oración
del Mediodía) -Instante
en las manos- Es tiempo de engrandecer el silencio con más silencio, absorbiendo el pausado discurrir de las horas, rotas, mínimamente, por el crujir indeciso de una pisada de goma en el paseo. El mar, como un reloj incombustible, va marcando ese tiempo: una, dos, tres…siete olas hasta llegar a la hora en punto que, con sus brazos blancos, simula manecillas y abrazos, guardando en sus finales todas las letras del mundo en espera de ser conjugadas por el verbo, ungido de visión y oídos, hasta llegar calmo al papel succionador de imágenes: cuadros para pinceles de mago inspirado. El camino, hasta la voz que clama, se viste verde sobre el azul de su piel, con orfebres aromas manipulando esencias, en emulsiones preñadas de músicas conocidas, deseosas de ser re-conocidas. Todo toma forma, y se adivinan los perfiles arbitrarios, desprovistos de la sombra que atosiga su andar, ya limpio de tormentas secas que endurecieron las pisadas en la tierra.
I
I I -
Largo (Oración
nocturna) Claudican
dúctiles Las
yemas supuran cánticos, Se
entregan los últimos hilos ¡Qué
efímera veneración servil Mas
yo, cobarde, Rosa
M. Arroyo
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