Poemas para dos tiempos |
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Libro
Primero Índice |
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Libro Segundo
NANAS QUE NUNCA CANTÉ |
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Libro I Así fue Madre |
Libro II Nanas que nunca canté
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Como
pluma de gorrión: Gaviola de Aznaitín
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ES
MI HIJA
Gaviola de Aznaitin 1999
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Le
dije quedamente:
Me
envolvió un estallido
Gaviola |
A Luís:
A quien lo hizo posible
Amanecer
El
sol ya no salía por oriente.
Luego fueron los duros escalpelos hechos horas,
Después amaneció…
Amanecer Y la vida…
Gaviola
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(140)
Lloran los Villancicos del recuerdo “una pandereta suena, yo no sé por dónde irá…”
Madre se fue con sones
“…cabo de guardia
alerta está”
Alerta de ojos fijos
“No me despiertes al niño
que ahora mismo se durmió…”
Desasosiego de luces en declive.
"Que lo durmió una zagala como los rayos del sol..."
Pero se queja insomne,
Gaviola
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“Dime,
Niño, de quien eres todo vestido de blanco”
Era Niña de luz, Blanca de azahares,
Quizá fueron mis manos cuenco deshabitado de su infancia.
“Resuenen
con alegría los cánticos de mi tierra…”
¿Quién
sabe de la tierra que sembraste
“…y viva el Niño de Dios que nació
en la Nochebuena”.
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145/Mixto
Fue por la Navidad… Casa de luz, de niños, de turrones.
Carreras. Peroles y cocina.
Un
cansancio infinito disfrazado de adúltera sonrisa.
Desde
cualquier rincón me buscan y me llaman, mientras mi corazón emigra a la
niñez y a los recuerdos de los que ya no están. ¿Cómo decir que entre
tanto clamor me siento sola? ¿Cómo no responderles “aquí-estoy”, si
no pueden saber de mi tristeza?
Pero llega la noche, despoblada de
urgencias
y panderos, y puedo redimirme de ser Madre-Coraje.
Este
habitar mi exiguo espacio despoblado,
Hay manos en las sombras que escriben, solitarias. Que apenas hacen
ruido, que agotan, como yo, su esfera de silencios. La voz de los Poetas
que van a la deriva, en un espacio ínfimo de luces y de sombras.
¿Quién nos redimirá de tantas
soledades navideñas? ¿Quién me podrá arrancar este amor que se
engendra más allá de la sangre y la familia? ¿Cómo poder decir que,
entre vosotros, se descongelan estos desasosiegos?
Este
poder volver los ojos hacia elipses
En
esa nebulosa, los hallazgos:
Y
al fondo el Mar
Las madres viejas son pájaros inútiles. Hasta que emigran lejos
de recurrentes Navidades, llevándose con ellas el recuerdo de besos que
ya no podremos darles, y la memoria de toda la luz de nuestra infancia.
Gaviola |
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