59/2008
A Mayda Colón:
Poeta que el
30/08/2008 va a parir en una Plaza Pública del Viejo
San Juan
su primer Poemario
encerrado en papel: <ELECTROCARDIOGRAMA EN UN POTE
DE PASTILLAS>
Ése que tantas vidas
orgásmicas le costó engendrar...
Y en cuyo parto yo
quiero ser Partera en la distancia.
Y CUANDO ESTÉS…
Y cuando estés
vestida toda tú de tu Poesía…
(…O vistiendo de encaje de poemas
el sumiso impudor de aquella Plaza
que yo fui desnudando con mis ojos
febriles, fatigados y europeos
antes de desgarrarme de tu dulce
(mi tan amado ¿amante?) Puerto Rico…)
Y cuando el aire
lleno de negritud casi frutal
reciba de tu voz la llamarada
de su desgarradora luz taina
y en sus fibras florales y nocturnas
se teja el entramado de tus versos,
y tus hijos se expandan por el aire
de un Agosto que exhala su agonía…
Cuando llegue la hora
de alumbrar la primicia de tu estirpe
¡Búscame!
Yo estaré
en cualquier sitio de la Plaza
–puedes estar segura-.
…En el puesto de helados ambulante
que a la altura de un día de Noviembre
de hace apenas un año -y mil recuerdos-
puso sabor a infancia entre mis labios.
Yo estaré
–quizá puedas oírme-
en aquellos teléfonos urbanos
del centro de la Plaza Borinqueña
desde los que las gentes
de todos los colores del amor
habla en sus laberintos fantasmales
con güeras y confusas lejanías
cromáticas y libres por decreto.
¡Búscame!
Es la
noche del parto que esperabas
y quiero ser partera de tus coplas
para ungir su primer llanto en mis dedos.
Estaré en
todos sitios
como lo que voy siendo a estas alturas
de una vida fecunda: enamorado
antojo de mujer recién parida
loca por engendrar otro poema.
¡Búscame!
Palpitaré espectral bajo el costado
de aquella sensual Plaza de Armas
allí donde el kiosco se hace sístole
desaforado. Trova del coquí.
Electrocardiograma… inalterable
del latido nocturno de tu voz
nómada en esa Plaza de San Juan,
placebo …en un pote de pastillas.
¡Búscame!
Con un
poco de suerte
mi sombra va a encontrar un lugarcito
en la primera fila de tus versos
intranquilos, sin estrenar, impúberes.
Y podré descansar en tu frescura
este desgarrador peregrinaje
de Poeta, devota de Poetas,
madrina eventual en el exilio
de este cuerpo que ya no me acompaña.
Te lo dije:
-en Caracas. Y avalado ¿recuerdas?
delante de un testigo insobornable:
la plenitud lunar de nuestro “acaso”-
Siempre esteré presente aunque no esté
allí donde tus versos tomen cuerpo
y se encarnen como pueriles dioses
humanos. Desnudos de sí mismos.
Siempre
podré arropar otro poema
(telar progenitor y desfasado)
y arrebujar con celo a tus criaturas
en el lienzo asombrado de mi amor.
Gaviola en Marineda.
En un 24 de Agosto de 2008.
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