• Web Master: Mª Socorro Mármol (Gaviola)

  • Fondo: Foto propiedad de Gaviola

  • Música de Fondo: GLORIANNA Himno a la Mujer. VANGELIS

 

Un enlace esencial sobre el evento:
http://afernangomez.blogspot.com/2009/02/43-poetas-recitaron-en-el-festival.html

     

Este poema fue leído por mí, por primera vez, en el acto de
PALESTINA EN EL CORAZÓN.

Fue Organizador del evento el Profesor y Poeta MAHMUD SOBH

  • Nos acompañó el Embajador de Iraq. Y otras personalidades

  • PEPE BÁRCENAS: nuestro compañero poeta, trabajador del Café Gijón estuvo allí

 

EL HOGAR EXTREMEÑO

fue el segundo Foro en que ley el Poema en el Recital con que se celebró

EL DÍA DE LA MUJER TRABAJADORA

 

 
De

2009.02.19. Acto de Lectura Poética
PALESTINA EN EL CORAZÓN

 

 

Quisiera imaginar que somos inocentes

2009. 3. Hogar Extremeño. Mujer Trabajadora
 
  • 43 POETAS recitaron (en español, árabe, kurdo, yemení, hebreo, francés y gallego) en el Festival Poético "PALESTINA EN EL CORAZÓN" realizado en la cripta del literario "Café Gijón" de Madrid.

OTROS PARTICIPANTES

  • Grupo POEKAS de Vallecas y su Coordinadora Elena Moratalla.

  • Grupo Editorial CERO y su Gerente Carmen Salamanca.

  • Alfredo Piquer, Coordinador de la Tertulia del CÍRCULO DE BELLAS ARTES DE MADRID.

  • Poetas de la Asociación y Tertulia "VERSOS PINTADOS DEL CAFÉ GIJÓN" y su Presidenta M. Carmen de Inés.


  • GUITARRISTA: Valentín Matevé

  • KHALID KAKI, laudista amenizó el acto y recitó poema en kurdo.


 

 


 

 

 

17/2009 

Novedades de Septiembre 

de Mª Socorro Mármol Brís

 

(O el himno de una mujer cobarde)

 

Quisiera imaginar que somos inocentes.

Que Sem, Cam y Jafet

ajenos a un diluvio de exterminios

dejaron su semilla

para poblar la Tierra sumergida

en el inmenso abrazo de un poema

escrito sobre un lecho sin decoro

donde libran sus lides los pacíficos.

 

Quisiera imaginar

que cada vez que digo

“Semitas”, “Jafecitas” o “Cammitas”

no estoy justificando

la Torre-de-Babel de la discordia

ni lidiándole a Dios sus paraísos

de la incierta victoria de los muertos.

Sino amando

en todos los idiomas de la tierra

cubierta

en un color de piel indefinible.

 

Yo quisiera saber que las mujeres

estamos en lo cierto.

Que no hay que ser valiente.

Que aquel niño

de los telediarios de la guerra

(cualquier guerra con niños

o cualquier

niño hecho a la guerra)

aquel niño aterrado

que empuña su pavor como un machete

y corre sobre un fango de sus lágrimas

y ve sobrevolar pájaros negros

que regurgitan ciegos intestinos

y talan su carrera justamente

a la altura del muslo y de la hombría,

ese niño, rejón, pánico, odio

que no podrá ser hombre sino tránsito,

exactamente ese (o ninguno)

no tiene ya el deber de ser valiente.

No nació ni vivió para dar vida

a tanta valentía desarrapada.

 

Quisiera imaginar que no es verdad.

Que la mujer que estuvo nueve meses

amasando en su instinto sin nación

la incierta biografía de su sangre

(y engendrando, tal vez, a su verdugo)

no puede ver, ¡oh Dios!, no puede ver

cómo el cántaro fértil de su vientre

estalla

derramando su historia sobre el cieno

regado con la ira de los Justos.

 

Soy mujer.

Y no me da vergüenza

amamantar cobardes,

acunar una daga espantadiza

ir desabasteciendo el arsenal

con raterías nocturnas cautelosas

pregonar deserciones

apostatar del dios de las cruzadas…

 

No hay patria que disculpe tanta injuria

ni éxodo baldío

ni miedo censurable

ni disparo neutral

ni muerte justa.

 

Somos tantas, tantas ya, las mujeres

(aún… quedan algunas que aún no)

pero somos tantas ya las mujeres

que en un grito inaudible

venimos reclamándole a los hombres

¡paridos por nosotras; qué locura!,

que una noche

al menos una noche,

(o algún siglo

o algún “ya-para siempre…”)

confundan los colores de los lábaros

silencien los obuses

repueblen nuestros úteros

de amantes desarmados y cobardes,

impúdicos, enteros como el toro,

intactos y desnudos de panoplias,

desvergonzadamente pávidos.

Valientes

sólo

en lances de jergones expatriados

sobre los que poder amar eternamente

siquiera pueda ser sin causa alguna…

 

No quiero ser valiente. No lo quiero.

 

¡Matadme si es preciso!

Porque yo

amo tanto esta vida tan escasa…

 

Gaviola en CasaMora. En un 19 de Febrero de 2009. 

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  • Presidió el acto
    la Presidenta del Hogar Extremeño:
    MARUJA SÁNCHEZ ACERO

Recitaron poemas propios:

  • ANTONIA PONS

  • INMA CHACOÓN

  • Mª SOCORRO MÁRMOL

 


 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Este poema está dedicado a todas las madres que no parieron a sus hijos para la guerra

 

DOCUMENTACIÓN (Tomada esencialmente de WIKIPEDIA)

Edad media

En la edad media se creyó encontrar en la diversidad humana, un origen similar del que tiene la multiplicidad de lenguas. Haciendo una interpretación bíblica, la humanidad desciende de los hijos de Noé: Sem, Cam y Jafet, cuyos descendientes se esparcieron por el mundo después de construir la Torre de Babel dando lugar a tres pueblos o razas diferentes:

SEMITAS: El término semita hace referencia a los pueblos citados en la Biblia, descendientes de Sem, hijo primogénito de Noé. En la Biblia, en el Libro del Génesis, se encuentra la narración del diluvio; y en élla está la genealogía en la Tabla de los Pueblos, donde se hace referencia a los semitas. Los antiguos pueblos de habla semítica incluyen a los habitantes de Aram, Asiria, Babilonia, Siria, Canaán, incluidos los hebreos y Fenicia. Las poblaciones actuales que tienen lenguas semíticas incluyen a los árabes, los judíos, los etíopes y los arameos (comunidades del Líbano y norte de Iraq).

El término semita fue propuesto inicialmente para referirse a las lenguas emparentadas con el hebreo por Ludwig Schlözer, en el "Repertorium" de Eichhorn, vol. VIII (Leipzig, 1781). A partir de Eichhorn el término se generalizó y consta en la Enciclopedia Católica que ya en 1807 había sido adoptado como término étnico. Por extensión, semita se empezó a utilizar para designar a los pueblos hablantes de las lenguas semíticas y sus realizaciones culturales.

La famosa teoría de Robert Hooke decía que los semitas cruzaron desde las islas asiáticas por el Océano Pacífico hasta llegar a América, y establecer su población.

Los pueblos de lengua semita estaban constituidos por un conjunto heterogéneo de pueblos y etnias, todos ellos pertenecientes a la antigua familia lingüística semita. La acepción racial de semita es hoy considerada pseudocientífica, y su uso desaconsejado. La relación entre los pueblos semitas se debe exclusivamente a su origen lingüístico y cultural, por lo que el uso de semita se debe circunscribir a estos ámbitos. Es, pues, impropio hablar de "razas" indoeuropeas o de "razas" semitas, sino que debe hablarse de pueblos que hablaron alguna de estas lenguas.

 

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